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RENDIRME JAMÁS: Guerreros sobre ruedas, corazones en ascenso
La discapacidad no es una barrera, sino un trampolín hacia nuevas alturas. No hay límites cuando se tiene pasión, estrategia y determinación.
Este video me transporta a mis propios desafíos en el maratón de Quenepe, La Guaira, Venezuela, en los primeros años de los 90. ¡Qué fuerza, qué destreza! Me llena de orgullo ver a estos atletas superando límites que muchos ni siquiera imaginan.
Belkis Cárdenas, amiga entrañable y campeona nacional e internacional, estaría aplaudiendo con la misma admiración—seguramente desde alguna estrella en el cielo lo hace. A ti, amiga, gracias por inspirarme siempre con tu valentía.
La imagen de estos guerreros sobre ruedas me recuerda que la verdadera fuerza reside en el espíritu. No importa cuán empinada sea la cuesta: siempre hay una cima que nos espera. Mi amiga Gris Maida, desde Argentina, lo expresó con claridad al ver este video: “RENDIRME JAMÁS” es un grito de victoria. Juntas, seguimos adelante.Hay subidas que parecen imposibles, pero el
verdadero reto no está en la inclinación del camino, sino en la fuerza del
corazón que decide avanzar. Cada brazada, cada giro de rueda, cada paso que
damos es una declaración de guerra contra el “no puedo”. Somos guerreros y
guerreras, no porque no caigamos, sino porque siempre encontramos la manera de
levantarnos. Rendirse no está en nuestro vocabulario. Seguimos adelante, porque
somos más fuertes que cualquier obstáculo.
Ellos no frenan. Aunque la cuesta sea brutal,
aunque la silla no sea deportiva, aunque el cuerpo duela… no frenan. Este video
no es solo deporte. Es técnica, coraje, estrategia y resistencia. Es lo que
hacemos quienes vivimos con una discapacidad o condición, con secuelas, con
retrocesos que no se ven, pero se sienten. Es lo que hacen quienes no esperan
condiciones ideales para avanzar. Es decir y repetir las palabras de Maida: “RENDIRME
JAMÁS.” Es un grito de victoria.
Porque cuando uno se levanta, muchos se levantan con él.
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